Le Maroc blanc
En estas alfombras querría uno dormir. Las alfombras bereberes, suaves y de color blanco natural, tienen en Marruecos una tradición centenaria: las mujeres nómadas fabricaban alfombras estrechas, pero a menudo largas, en sus pequeñas tejedoras portátiles. Con las piezas se equipaban las tiendas. Las alfombras voluminosas y rústicas tenían la función de aislar el suelo contra el frío y dar un ambiente acogedor al interior.
Esta antigua y valiosa tradición de tejido ha fascinado siempre a Jan Kath, de modo que le ha dado nueva vida dentro de su colección Le Maroc Blanc. Consecuentemente, las alfombras se fabrican según los antiguos métodos: ya sea un hilo blanco, marrón o incluso negro oscuro, la lana procede de ovejas marroquíes de la cordillera del Atlas y conserva su color natural. Los diseños también se basan en su mayor medida en muestras bereberes ancestrales y de dilatada tradición, y son tejidos por las nietas y las bisnietas de las nómadas. Dado que las máquinas tejedoras se encuentran actualmente en los pequeños pueblos de montaña en torno a la ciudad de Azilal y ya no deben transportarse, se pueden aumentar los formatos. Las alfombras bereberes de Jan Kath en 4 x 5 metros ya no son ninguna rareza, y transforman una habitación de un modo muy particular. Kath no deja nada en manos del azar. Los nudos tejidos presentan un aspecto completamente orgánico, todas las divergencias e irregularidades del patrón son intencionadas, y crean de este modo un look especialmente vivo.