El Kauri (Agathis australis) es un tipo de conífera que vive sólo en los climas subtropicales de Nueva Zelanda, los primeros ejemplares hicieron su aparición en el período Jurásico hace unos 190/135 millones de años. Ellos son los árboles más grandes del mundo para las dimensiones del tronco, más de 70 metros de altura y tienen un diámetro que puede alcanzar los nueve metros. Desafortunadamente, la mayoría de estos bosques han sido cortados a la llegada de los colonizadores ingleses para extraer la madera y hacer sitio pastoreo. Actualmente estos árboles están protegidos para el gobierno neo-neozelandés y el corte está estrictamente prohibido. El más grande de Kauri sigue vivo es " TANE MAHUTA" o "EL SEÑOR DE LA SELVA" en el idioma maorí.
Hace unos 50.000 años, al final de la última edad de hielo, una serie de cataclismos hoy todavía no explicados, ha talado las selvas de Kauri sumergiéndolas en agua y barro. Las características especiales de este barro y la absoluta falta de oxígeno han permitido a estas árboles, que quedaron atrapados en las ciénagas por 30/40/50 mil años, desafiar a los procesos químicos de la descomposición y petrificación y llegar intactos hasta nuestros días. Excavando en el suelo, se encuentran verdaderas "minas". La singularidad es que a pesar de la estancia de mil años bajo el lodo, estos troncos están perfectamente conservados y tienen las mismas características de una madera recién cortada. Junto a los troncos, se han encontrado bloques de raíz hasta 30 metros cúbicos. La abundancia de resina dentro de las raíces determina la presencia de efectos de color dorado debido a la transformación del ámbar que parece polvo de oro.
El Kauri de las ciéganas se encuentra en áreas donde había grandes ciéganas prehistóricas que fueron saneadas. Una vez encontrado el "yacimiento", se procede a la extracción mediante el uso de excavadoras y bulldozers. Las operaciones de recuperación presentan dificultades particulares dadas las condiciones del suelo fangoso y quebradizo, en lugares lejos de ser accesibles y dado el tamaño considerable de los troncos se necesita el uso de vehículos pesados. Los troncos, pueden tener un peso de 200-300 toneladas y por esta razón fuerzan a los operadores a cortar en dos o más partes para permitir el levantamiento y el transporte. Posteriormente, las porciones de troncos se cortan en encimeras, es una operación muy delicada que requiere un procesamiento largo cuidadoso con el fin de obtener espesores homogéneos, que han requerido el desarrollo de un sistema de corte tangencial que minimizaría la manipulación de grandes troncos. El clima lluvioso del invierno y la naturaleza semi-cenagosa del suelo, obligan a los operadores a excavar sólo en la estación seca y pasar los meses de invierno en el procesamiento y acabado del material. Una vez extraídos estos árboles, se someten a la datación con el método del carbono 14 realizado por los laboratorios universitarios de Auckland, la edad de las plantas varía de 7.000 a 50.000 años y se manifiesta en un tono diferente de color.