Desde hace más de 50 años Casprini es una marca de relevancia internacional en el sector de la decoración, sinónimo de competencia, profesionalidad y calidad. La empresa pertenece al holding de la familia Casprini, que en dos generaciones ha recorrido un constante camino de modernización, afrontando con éxito la evolución del mercado y las necesarias innovaciones productivas, llevándola a ser un grupo de constante crecimiento en Italia y en el exterior. Nacida como empresa artesana por el tratamiento galvánico de las superficies metálicas, sector en el cual constituye hoy una referencia absoluta por standard cualitativo y respeto ambiental gracias a los más modernos sistemas de filtrado del agua y el aire, se ha consolidado también en el sector de los componentes para la decoración, gracias a la calibrada unión de los elementos de creatividad, innovación y capacidad productivas que son necesarios para responder a la evolución del vivir contemporáneo.

En el transcurso de los años se ha focalizado siempre la aspiración de la empresa a ser protagonista del panorama de la decoración contemporánea, trabajando en proyectos ricos en contenidos y significados, capaces de distinguirse por sus características de inteligencia e innovación, más allá de las modas y de los contenidos efímeros inducidos por la bulimia del consumismo. La constante atención a la calidad del proyecto, a las innovaciones tecnológicas y al mismo tiempo, al valor de los lenguajes y de los componentes expresivos son la referencia que siempre ha guiado las elecciones de Casprini, llevándola a introducir productos de fuerte carga innovativa. Algunos ejemplos recientes, la silla Tiffany ha sido la primera del mundo realizada en monobloque de policarbonato transparente con la técnica del “gas moulding” de segunda generación (solución adoptada posteriormente por muchos otros), Caprice es en cambio la primera estructura estampada en poliamida transparete (naturalmente antiestática), material que según la innovación de un volumen en el cual los huecos predominan, Penelope, al fin, retoma y exalta, desde una perspectiva muy “glocal”, la sabia manualidad artesana del entrelazado de hilos, que en su casualidad, convierten cada silla en única y diferente a otra.

En la Toscana, se sabe, las cosas se hacen bien por tradición milenaria y a Casprini esta tradición le importa mucho. Desde su nacimiento, la calidad ha sido uno de los rasgos distintivos de la empresa, capaz de conjugar la necesidad de competir en mercados cada vez más selectivos con la atención obsesiva a todas las fases de la idea, desarrollo, industrialización, producción y asistencia del producto. A esto se añade el aspecto quizá más importante , la dimensión ética de hacer empresa, que encuentra hoy aún mayor expresión en la atención a las problemáticas ambientales y de sostenibilidad global.

Y precisamente en referencia a esta dimensión ética, en un mundo en el cual, para tener el honor de sostener el “made in Italy” es habitualmente suficiente que un objeto sea “completado” y embalado en Italia, es principio irrenunciable de Casprini la realización integral en Italia de todos sus productos, incluidos todos sus componentes, realizados tanto internamente en la estructura productiva de Cavriglia como por cualquier colaborador especializado distribuido en el territorio, que intervienen con su profesionalidad y competencia en el interior de la filial productiva. Es gracias a este planteamiento por lo que todos los productos Casprini pueden enorgullecerse de la garantía de excelencia ofrecida por la denominación 100% made in Italy.

Historia, identidad, contenidos, calidad, investigación, creatividad: el círculo se cierra gracias a la colaboración de Casprini con diseñadores dotados de cultura, curiosidad y espíritu crítico que les permiten expresar un estilo personal, fruto de competencia y profesionalidad diferentes, de los cuales emanan resultados únicos y originales.