Split Raw Dining Table

Tal y como ocurre con nuestras huellas dactilares, todos los árboles de teca son únicos. No hay dos árboles en la misma plantación que compartan la misma tierra o busque la luz del mismo modo. Cada uno crece y se desarrolla de una forma única con variaciones e irregularidades naturales que aportan un toque único a la madera. Cada anillo de crecimiento, cada nudo y su textura son prueba del tránsito de un árbol joven a maduro, un viaje que puede durar hasta 70 años.
En una producción en masa la madera se regula, dispone y estandariza para corresponder con parámetros estrictos de fabricación. Pero en el concepto Raw celebramos lo impredecible y veneramos la irregularidad de la naturaleza. Todas las imperfecciones nos cuentan una historia y hacen que cada pieza sea única, tanto por su color o la profundidad de la madera. No hay dos árboles de teca idénticos, al igual que no hay dos muebles Raw iguales.