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Boro

La inspiración para el diseño Boro es el antiguo arte de retazos japonés. Allí se cosen largas cintas de tejidos restaurados formando exclusivos revestimientos de pared. Jan Kath ha reinterpretado esta idea en sus diseños.

Las alfombras generan un efecto de capas múltiples. «El look me recuerda a una pared a la que se aplican varias capas de color una sobre otra y que luego empiezan a deshojarse», explica Kath. «Una imagen que se puede encontrar uno a diario en la cuenca del Ruhr. El encanto post-industrial los terrenos de minas en ruinas siempre me ha interesado. En Boro quebrantamos la geometría, arañamos las líneas rectas. De este modo, las piezas nunca son estáticas y frías». Otra contribución importante a la vitalidad de las alfombras viene de la mano de la selección de los materiales: la lana virgen del altiplano tibetano peinada e hilada a mano, la seda china y las fibras de ortiga generan reflejos luminosos ricos en contrastes y transmiten a las alfombras una profundidad casi transparente. El proceso de fabricación tradicional también se revela siempre al observar la pieza. Las alfombras se tejen a mano y van surgiendo lentamente, durante meses, de manera que cada una de ellas tiene una historia individual. También la línea Boro puede fundirse con otras colecciones de Jan Kath. Un ejemplo de ello es el modelo Boro 10. Detrás de las cintas rectas que discurren en vertical por la alfombra se revelan adornos aislados tomados de la colección Erased Classic. Al igual que los patrones, también se pueden elegir libremente según los deseos del cliente el tamaño, el grosor de los nudos, los colores y los materiales.