Fotógrafo: Mariela Apollonio
Fotógrafo: Mariela Apollonio
Fotógrafo: Mariela Apollonio
El diseño de la vivienda nace con un ojo puesto en el estilo de la casa payesa ibicenca, líneas simples, claras, luz controlada y el color blanco como trazos de inicio.
La vivienda queda mojada por la luz de la ciudad de Dénia, ubicada en un entorno donde se ha tenido que poner el acento solamente en su interior, teniendo que desviar la atención de lo que le rodea.
A la hora de proyectar, se ha seguido una formalidad rectilínea, sin demasiadas desviaciones de los planos que conforman los ejes principales de la vivienda.
Un diseño, donde la ubicación de los espacios viene dada, en gran parte, por la trayectoria de la luz a lo largo del día. Al entrar, la vivienda nos recibe con una gran abertura con vistas hacia la piscina, en el primer plano, y hacia el castillo de Dénia en un plano más difuso.
Esta gran abertura, con capacidad de difuminar, una vez abierta, la relación interior-exterior, queda enmarcada por un porche de las mismas dimensiones, el cual mitiga la entrada del Sol en los meses más calurosos del año, favoreciendo de este modo su estancia en el mismo.
El acceso al interior de la vivienda se ha generado a través de un acceso lateral, ubicado en la fachada norte. Dicho acceso viene acompañado por una gran abertura, la cual nos enmarca las vistas desde la zona de la cocina y el comedor, aumentando dicha relación entre ambos espacios, albergando una pequeña línea verde del jardín exterior en el interior de la estancia principal.
La entrada nos abre el espacio del núcleo principal, un espacio de doble altura que nos permite romper con la continuidad exterior. La zona de día queda delimitada por el espacio de mayor volumen y la gran abertura a la que precede el porche de la fachada principal. Sobre este espacio beben el resto de las piezas de la vivienda, ubicando, sobre un plano muy discreto, el núcleo de comunicación vertical.
El blanco como materia principal. Ésta ha sido la premisa que hemos seguido de principio a fin. El blanco como generador y conductor de la luz. Unas sombras negras desteñidas por su fondo blanco. Una cal blanca, en sus paramentos verticales exteriores, que al llegar a su base sigue la misma trazabilidad y linealidad al emplear el microcemento blanco como de continuidad. La base proyectual podría traducirse como un gran lienzo blanco al que se le ha dotado de distintos pigmentos blancos para conformar todos los espacios.
Design Team:
Carles Faus Arquitectura
Architect in charge: Carles Faus Borràs
Collaborating architects: Anaís Penáguila and María Aloy
Fotógrafo: Mariela Apollonio
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