Tyche Apartment

Un piso modernista del ensanche izquierdo barcelonés ha sido totalmente reformado para convertirse en residencia de vacaciones para una familia italiana.
 
La propiedad presentaba en origen un layout que desaprovechaba el espacio y la orientación de la finca. Su distribución longitudinal, condicionada por los muros de carga intermedios, resultaba fragmentada en pequeños ambientes cerrados a lo largo de un extenso pasillo cuyas extremidades aparecían aisladas.

El proyecto es fruto de la colaboración entre CaSA y la arquitecta Margherita Serboli.

La intervención se ha llevado a cabo teniendo en cuenta el brief de los clientes y su deseo de tener tres habitaciones dobles y una vivienda que resaltara los elementos modernistas originales a través de un lenguaje contemporáneo.

Espacios y luz
La luz ­- como siempre pauta fundamental de cada proyecto – ha llevado a la total remodelación del layout existente.
Los tres muros de carga, que anteriormente comprimían la distribución fraccionada, se transforman en ejes trasversales que organizan el espacio en sus distintos ámbitos.
El primero de los ejes coincide con el vestíbulo de la vivienda y ordena el espacio continuo entre el living y una cocina abierta que ocupa el lugar de la que fue una habitación. Liberando un tramo del pasillo se ha proporcionado amplitud a la zona común permitiendo a la luz que inunda salón -­ y al verde de los árboles que adornan la calle - penetrar e iluminar una parte más amplia del piso.
El segundo eje desempeña la función de filtro entre el bloque de los dos dormitorios secundarios  y el volumen de madera que incorpora el amplio baño general y el vestidor.
El último ambiente, la suite, une dos zonas que anteriormente constituían la cocina y el estudio, para formar un espacio continuo de más de 19 m2, originando una suite con baño abierto a la habitación, separado por un cambio de nivel. La solución permite sacar mejor provecho a la luz natural que penetra a través de un gran ventanal modernista la entera pared.

Color y Materiales
La voluntad de los clientes de recuperar la esencia modernista ha llevado el proyecto a un enfoque que abarcara la restitución de los elementos originales y al mismo tiempo la inclusión de nuevos componentes que pudieran sostener el mismo lenguaje sin traicionar su propia contemporaneidad. A tal fin se han rescatado partes originales como las carpinterías de las ventanas y la bóvedas catalanas, anteriormente ocultas tras un falso techo y que lucen ahora la terracota original.
Por la misma razón se ha decidido intervenir reinterpretando uno de los elementos más característicos de los pisos modernistas, la pavimentación, que en este caso había sido precedentemente sustituida por un parquet sintético. La baldosa hidráulica representa un elemento típico de esta clase de edificios de principio del siglo XX y era deseo de los clientes emplearla en la reforma. Para este proyecto los arquitectos han diseñado expresamente una baldosa hidráulica, utilizando un formato actual como el hexagonal y colores más actuales. El marco de baldosas de color neutro, tradicionalmente usado, ha sido sustituido por un suelo continuo blanco mate que forma una alfombra irregular de color que conduce desde la entrada al salón, unificando ambientes.
En el resto del apartamento, el pavimento continuo pasa de ser marco a extenderse por todo el suelo, una única superficie satinada que genera reflejos y modela la luz hacia el centro del plano que presentaba un problema de oscuridad. Su elevada resistencia al uso permite despreocuparse de mucho mantenimiento, otra petición por parte de los clientes.

La paleta de materiales y de colores genera un dialogo cada vez diferente, puntuado por los dos volúmenes que marcan el proyecto, uno en pintura rosa, el otro en madera.
Por todo el piso predomina una atmósfera inspirada en la mediterraneidad con una combinación de colores parcialmente sugerida por elementos originales – como el color amaranto de los cerramientos de madera en fachada – y dominada por el blanco y los tonos pasteles.
La voluntad de mantener un lenguaje formal esencial, a través de colores claros, formas simples y materiales en bruto como la madera natural, responde a la exigencia de resaltar el suelo y de los elementos originales.

El bloque de las habitaciones secundarias se configura como una caja de color rosa cuyo volumen se inserta con su carga tonal entre los espacios blancos de cocina y pasillo y un segundo cuerpo, de madera natural.
En el interior del bloque rosa predomina el blanco y el rosa de su volumen pasa a ser el color de las carpinterías exteriores originales. El verde de las mismas entra como un elemento ulterior de color, a través de los portalones, alguno nuevo en madera de pino.

El segundo bloque empieza a aparecer al fondo del pasillo: una caja de madera de pino que envuelve el baño general, se transforma en vestidor de la suite y a seguir en las mesitas de noche a lado de la cama, elementos que desarrollan también la función de escalones de acceso al baño de la suite.
Este volumen de pino es forrado interiormente con un encendido color amarillo y revestido con pequeñas baldosas blancas hexagonales. Unos elementos tubulares blancos sujetan espejos pivotantes que permiten ser orientados.

La madera natural es empleada también desde los primeros elementos de la cocina - la estructura de palos en la pared que forma una pequeña estantería, el frontal de la isla y la gran puerta corredera que separa la zona diurna de la nocturna - y  vuelve en forma de cajas de almacenaje en los dormitorios secundarios, soportadas por elementos tubulares blanco con función de perchero, diseñados por los arquitectos.
En la cocina un extractor industrial enrasado en el falso techo permite evitar el volumen de la campana encima de los fogones.

Para el proyecto del mobiliario del piso los clientes han pedido una coherencia en tema de colores frescos que reafirmara la vocación vacacional de la propiedad. Se ha elegido optar por pocos elementos metálicos blancos o de tonos pasteles. Unos componentes puntales de color gris ayudan a remarcar aún mas los colores y dar vida a los ambientes.
Un antiguo mueble radio y toca discos y un antiguo espejo biselado hallado en el piso añaden el punto humano y “vivido” al estilo muy contemporáneo del mobiliario, disolviéndolo en una atmósfera mas cálida.
Los grandes cuadros del pintor Piero Serboli dominan el espacio del salón y la suite, proponiendo un imaginario mediterráneo y colorido.

CaSA - Andrea Serboli, Matteo Colombo
Margherita Serboli Arquitectura

Built by: Alsamasa
Special thanks to: Casa Mariol