Fotógrafo: © Diego Medina
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Un terreno ubicado en Costa Esmeralda, nueva urbanización privada en el Partido de la Costa. Un pequeño conjunto de pinos en el frente y una fuerte pendiente desde el fondo hacia la calle. Un encargo simple, pero fundamental: concentrar el programa de la vivienda en la menor porción de terreno posible ya que se debía preservar virgen la mayor parte del lote. Una casa de vacaciones para uso de la familia que debe contemplar usos múltiples, fomentar los momentos de reunión y las actividades al aire libre a través de sus espacios.
Ante el desafío de una impronta mínima en el lote y un desarrollo en tres plantas, la intención fue evitar la verticalidad y estaticidad que se puede esperar de una construcción de dichas proporciones. La solución se planteó con un esquema aditivo, una Yuxtaposición rítmica de volúmenes puros y permeables. Los desfasajes de la volumetría generan terrazas, expansiones y semicubiertos intentando maximizar la relación interior/exterior en cada uno de los niveles, al mismo tiempo que le da una mayor riqueza de luces y sombras que generan cambios en la percepción de los espacios durante el día.
La distribución funcional es simple y acompaña la propuesta formal, lo que hace posible la total transparencia de la planta publica intermedia, generando la pasante visual a nivel peatonal y haciendo más evidente el desafío estructural de la construcción. Las cargas recorren el camino más largo antes de llegar a las bases. Las cajas se contrapesan entre ellas y un tabique es el único apoyo intermedio visible en la planta del estar. Dada la importancia del diseño estructural en la casa, se decidió que la idea sea visible de la manera más pura. Toda la estructura está expuesta a nivel formal y expresada superficialmente en su material primario, el hormigón.
El resto de los materiales se eligieron por su nobleza, buen envejecimiento y durabilidad; optando por una imagen dada por la materialidad natural de sus partes, en lugar de colores aplicados artificialmente. Al volumen edificado, se le adicionan dos elementos que permiten su contacto con el lote. Tanto el camino de acceso socavado, como la terraza de la pileta, generan un equilibrio dinámico tanto en planta como en corte.
Estudio Galera Arquitectura
Fotógrafo: © Diego Medina
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