Un hotel panorámico suspendido entre el cielo y el desierto en Arizona

Un complejo turístico en constante diálogo con el paisaje en el que se asienta, destinado a potenciar sus características para sumergir a sus huéspedes en una inolvidable atmósfera envolvente.

Este es el objetivo poético y sostenible del proyecto diseñado por los arquitectos Tim Russell y Will Erwin en colaboración con los propietarios, Jennifer May y Colleen Tebrake, para el nuevo hotel panorámico Ambiente Sedona, el primero que abre en Norteamérica del grupo Leading Hotels of the World.

Construido al borde del Red Rock State Park, el complejo de alojamientos se basa en una relación osmótica con la paleta de colores, luces y sombras que dibujan los imponentes picos de arenisca roja del Red Rock Canyon, que para algunos representa también un lugar espiritual, capaz de desencadenar poderosos vórtices de energía.

El hotel está deconstruido en 40 unidades individuales de forma cúbica, sobre pilares, que preservan la vegetación inferior. Cada una permite a los huéspedes una vista a 360° del paisaje gracias a los grandes ventanales que enmarcan el escenario natural, con sus características formaciones rocosas de arenisca azteca emergiendo del terreno desértico.
La recuperación de un antiguo curso de agua corriente, los materiales utilizados inspirados en los suaves tonos de la tierra y los rojos de las colinas circundantes, la total apertura al paisaje, la piscina con sus circuitos de bienestar y un restaurante exclusivo contribuyen a reactivar los sentidos y a conseguir una relajación plena.

Una escalera de caracol conecta cada habitación con una terraza privada en la azotea, donde podrá tumbarse cómodamente y disfrutar del increíble espectáculo del amanecer y el ocaso, así como de las estrellas titilando en la inmensidad del cielo nocturno.

En perfecta sintonía con el espíritu holístico de la arquitectura, los revestimientos murales de la Colección Creativa de Glamora han sido seleccionados para las unidades residenciales, lujosamente amuebladas y cómodamente equipadas. Cada tema evoca poéticamente un elemento natural, para que los huéspedes recuerden en todo momento la belleza primordial que los rodea.

Flutti, con sus peces dorados brillando a la luz, Dehors, con su ligero follaje agitado por una brisa cálida, Elektra, con un tejido de ramaje en colores terrosos, Arsenic, que recuerda a las grandes alas de una mariposa, o Equinox, con sus vetas en relieve, le acompañarán a una dimensión íntima y soñadora y completarán la oferta de una estancia de lujo regeneradora, deliberadamente fuera de este mundo.

Tim Russell & Will Erwin architects