Hotel Mandarin Oriental de Marset | Referencias de fabricantes

Fotógrafo: Rafael Vargas

Hotel Mandarin Oriental de Marset | Referencias de fabricantes ×
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El hotel Mandarín, situado en el Paseo de Gracia de Barcelona, constituye un ejemplar trabajo de arquitectura interior que acaba por transformar y remodelar un edificio de la posguerra española en un equipamiento hotelero de proyección internacional.
La interiorista Patricia Urquiola habla de este proyecto como si de un espacio público se tratase, situado junto a una de las calles más concurridas de Barcelona y con una idea compleja de su arquitectura. Resultó también esencial para la realización del trabajo, el diálogo que hubo en todo momento con el promotor, muy implicado en los proyectos hasta el último momento, marcando las pautas necesarias para su funcionalidad. En primer lugar, debía ser un hotel de alta calidad (no de lujo), que otorgara al cliente una notable sensación de confort ambiental; y en segundo lugar, debía representar una mezcla de tradición y de contemporaneidad, con materiales y tratamientos innovadores, con mezclas de texturas, celosías, alfombras tejidas a mano a semejanza de los grandes hoteles clásicos de lujo, pasando por la alfombra de tartán que adorna el suelo del Banker´s Bar, donde se han recuperado las cajas de la entidad bancaria preexistente para revestir las paredes y el techo, “con un sutil orientalismo, con un montón de reminiscencias a muchas cosas, con ironías de la memoria, ... “

La intervención efectuada sobre la antigua sede del Banco Hispano Americano, uno de los motores de la economía de posguerra española, parte de una reflexión de carácter urbano consistente en entender el acceso al edificio como una prolongación del Paseo de Gracia, en tanto que espacio público, hacia el interior del hotel. A tal efecto, se proyecta un eje longitudinal y perpendicular a la acera, consistente en una rampa colgante que, a modo de “puente levadizo”, conduce al vestíbulo del hotel.

Las 98 habitaciones de que dispone el hotel, gozan de excelentes vistas hacia el Paseo de Gracia por una de sus fachadas y a un patio interior de manzana típico del Ensanche barcelonés por la otra. Este patio interior, diseñado por la paisajista Bet Figueras, ofrece la peculiaridad de convertirse en una especie de “pulmón verde”, alejándose del patrón clásico de jardín urbano y apostando por una imagen más natural y silvestre, mediante la utilización de plantas y árboles autóctonos. Las habitaciones tienen diferentes tamaños y tipologías y están decoradas en tonos claros, con mobiliario funcional y con algún toque de fantasía oriental que refuerza notablemente aquellos aspectos más relacionados con el confort interior.

En el interior del hotel se encuentra el restaurante Blanc, que cuenta con un atractivo doble espacio abocado hacia el hall principal, marcado por sus tonalidades blancas y situado bajo un sorprendente techo acristalado, por el que se filtra la luz natural. El protagonismo de este espacio lo constituye una enorme rejilla rectangular y metálica, suspendida sobre las mesas del restaurante y que se convierte en un sorprendente "jardín colgante". Otro restaurante, situado a nivel del acceso principal, destaca por la presencia de un falso techo realizado con plancha de yeso y pintado en tonos blancos y dorados mediante la utilización de pigmentos a base de “pan de oro”. El espacio destinado a salón-bar ofrece una característica utilización de las viejas cajas de seguridad del antiguo banco con el objeto de forrar paredes y techos.
Gran parte del mobiliario del hotel ha sido diseñado de forma especial por Patricia Urquiola y producido por fabricantes españoles e italianos.

El spa del hotel, situado en su planta -1, ocupa una superficie de mil metros cuadrados y se trata de un espacio minimalista con ligeros toques orientales, dotado de iluminación rasante, que combina los colores blanco y negro con la calidez de la madera. Para la piscina del spa, se ha aprovechado el hueco formado por la situación de la antigua cámara acorazada del edificio bancario, cuya rehabilitación y remodelación arquitectónica para su transformación en hotel, la han llevado a cabo los arquitectos Carlos Ferrater y Juan Trias de Bes.

Autora interiorismo: Patricia Urquiola
Arquitectura: Carlos Ferrater y Juan Trias de Bes

Colaboradores: Rodrigo Izquierdo, Silvia Scarpat
Paisajismo: Bet Figueras
Iluminación: Isometrix (Londres)
Constructor: Dragados
Promotor: Reig Capital Group

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